17 julio 2008

HISTORIA



El eco-terrorismo es un fenómeno nacido en Inglaterra en la década de los 70 que tuvo como principal víctima a la caza y que se ha extendido por todo el mundo। A día de hoy EEUU lo considera una de las 10 principales amenazas terroristas y, lamentablemente, ya ha cruzado nuestras fronteras.
En este artículo se advierte del peligro que esconden algunas asociaciones de defensa de los derechos de los animales y otra serie de grupos animalistas en España, que aprovechan la creciente sensibilidad ecológica de nuestra sociedad para extender sus tentáculos, conseguir nuevos militantes y por supuesto financiación. Por suerte nos encontramos en un momento en el que el eco-terrorismo español se está gestando y aún estamos a tiempo de detenerlo.

El doce de febrero de 2002 los servicios antiterroristas de medio mundo volvieron la vista hacia los Estados Unidos. Ese día, James F. Jarboe, director de la Sección de Terrorismo Nacional de la División de Contraterrorismo del FBI, presentó un informe en el que había invertido meses de trabajo. El presidente de la Subcomisión de Interior, Medio Ambiente y de otros organismos afines de los Estados Unidos, McInnis, el vicepresidente Peterson, el congresista Inslee y otros miembros del subcomité atendieron con semblante serio a la presentación del informe, que había sido sintetizado en un inquietante título: “La amenaza del eco-terrorismo”.Se puede decir que a partir de este momento el gigante norteamericano comenzó a tomarse en serio un nuevo género terrorista que, según sus cálculos, en Estados Unidos había provocado más de 600 actos criminales desde 1996 y había generado pérdidas por valor de 43 millones de dólares.A la hora de analizar este nuevo fenómeno, James F. Jarboe afirmó: “Este tipo de terrorismo difiere del tradicional de derechas o de izquierdas en el que los grupos de interés tratan de resolver cuestiones concretas y conseguir un cambio político generalizado. Estos nuevos grupos terroristas suelen estar formados por organizaciones de los derechos de los animales, pro-vida, del medio ambiente, anti-nuclear, y otros movimientos que recurren cada vez más al vandalismo y a la actividad terrorista para promover sus causas”.